jueves, mayo 22

En contra o a favor de la Interrupción Voluntaria de Embarazo

El rol de las mujeres en el mundo ha cambiado muchísimo; nuestras sociedades fueron (desde donde sabemos) dominadas por hombres. Así, las mujeres y los infantes fueron tomados y tratados como seres inferiores. Sus voces no fueron tomados en cuenta a la hora de decidir, incluso sobre aquello que trataba sobre sus propias personas. Una mujer no decidía sobre su vida, todo le era impuesto incluyendo el oficio y la maternidad. Haber conseguido el derecho al aborto, en muchos países, ha sido uno de los grandes logros en pro de la equidad y de la libertad de las mujeres. Dicho de este modo, no me cabe duda alguna de que estoy en total acuerdo con la IVE.

Sin embargo, muchos de los supuestos avances de nuestros tiempos están provocando en el mundo injusticia y sufrimientos. Frente a las crisis actuales, muchos políticos se han puesto en contra del renombrado Mayo 68, fecha que simboliza el tiempo de los grandes cambios en nuestra era. Esos mismos detractores de las Grandes Revoluciones del Siglo XX, promueven ahora el regreso a la moral y a los buenos principios. ¿Cuáles han sido los errores que nos han llevado al fracaso en lugar de a la felicidad y a la justicia?

Sigo creyendo que las sociedades totalitarias, conducidas con autoritarismo e intolerancia son sociedades injustas. Haberlas transformado no ha sido un error, el problema es que somos todavía sociedades demasiado inmaduras e irresponsables como para poder asumir los grandes cambios en pro de la libertad y de la justicia, no solo individuales ni solo sociales, sino tanto lo uno como lo otro.

El aborto en muchísimos casos se ha convertido en un método anticonceptivo banal. Cierto, no todas las mujeres han recurrido al aborto así como así. Para muchas mujeres ha sido un duro paso a seguir, el único capaz, en un momento determinado, de darle una solución a una problemática profundamente humana como lo es la de traer al mundo una criatura en circunstancias no favorables y sobre todo sin amor.

Pero en nuestras sociedades actuales todo se ha banalizado. A fuerza de ver matanza, sangre e injusticias en imágenes incesantes, la violencia se ha vuelto cotidiana. Los niños, niñas, jóvenes y adultos juegan a diario a matar frente a pantallas luminosas. Todo se ha vuelto banal, poco profundo. La relación de pareja ha sido reducida al contacto puramente sexual. El aborto, se vuelve el mejor método anticonceptivo en medio de sociedades hipócritas que en lugar de promover métodos anticonceptivos desde la adolescencia y, por qué no, desde la infancia, prefieren condenar a muchas de sus mujeres al embarazo no deseado.

No, la sexualidad no es un delito, y nuestras sociedades no lo quieren aceptar. La sexualidad es simplemente humana y debe ser tomada en serio, hablada y discutida en todos los círculos sociales comenzando por la casa. Nuestras sociedades niegan la sexualidad de sus individuos pero a la hora de vender y de comprar, el sexo abunda en las imágenes utilizadas. Así, la sexualidad queda reducida al morbo, a lo pecaminoso y a lo prohibido. Por eso, en lugar de aceptar el deseo mutuo, muchas parejas prefieren dejarse ir en un momento dado, en lugar de tomar las responsabilidades necesarias para que su acto de amor no produzca embarazos no deseados.

En estas circunstancias es difícil para mí ponerme a favor o en contra pues estoy tanto a favor como estoy en contra. Estoy a favor de la libertad de decidir sobre su propia persona. Pero estoy totalmente en contra de todo acto irresponsable que hace que una mujer y/o pareja, en lugar de utilizar métodos anticonceptivos, resuelva los embarazos no deseados con abortos a repetición.

Quizás alguien se atreva a decirme que abortar el número de veces que a una le parezca hace parte de su libertad personal. Estoy absolutamente de acuerdo. Pero toda libertad debe ser consecuente a nuestros actos. El aborto es una intervención compleja, en dónde la vida de una persona está en juego. Segundo, un aborto debe ser practicado durante las primeras semanas, cuando el feto todavía no es un bebé. Una mujer debe saber si quiere o no quiere tener un hijo y no esperar durante meses para decirse que no, cuando ya el feto se ha transformado en un niño.

En todo caso, creo que la mejor manera de prevenir un embarazo no deseado es aceptando la sexualidad como parte de todas las personas, sea cual fuere la edad. La educación sexual debe ser prioritaria. Quizás el gran cambio que deben lograr nuestras sociedades ahora, debe ser el de aceptar la sexualidad de los jóvenes y adolescentes. Se debe de abandonar la idea de virginidad y de mujer ideal, porque estas ideas han hecho que las mujeres latino-americanas se conviertan en unas mojigatas, es decir, mujeres incapaces de asumir su sexualidad. Hay que romper con la idea tonta de que la sexualidad solo les pertenece a las prostitutas. La sexualidad es un bien que nos pertenece a todos y a todas y debemos luchar para que este derecho sea respetado.

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Banal: Intrascendente, vulgar (común) o sin importancia.
Mojigata: Que muestra una moralidad exagerada o que se escandaliza con facilidad. Que aparenta timidez o humildad para lograr lo que pretende. «Mojo» significa gato; la repetición sirve para indicar que la apariencia mansa esconde una persona astuta y traicionera.